EXAMEN FINAL, COMPONENTE E:
Reseña personal sobre el proceso de desarrollo de un mandala
aplicado a un problema:
Para ninguno de nosotros es un
misterio el infinito nivel de perfección que posee el mundo que nos rodea, ya
sea en la composición y funcionamiento de los organismos vivos, como también en
su estructura, en los ciclos naturales y climáticos, etc. Del mismo modo, a lo largo de la historia, el
arte a través de sus diferentes manifestaciones, de la mano con la matemática,
se ha ocupado de representar esta perfección de la naturaleza, y en este
proceso ha llegado a expresiones tan interesantes como los mandalas y los
fractales. En la siguiente reseña personal, se profundizará sobre el significado
y uso de los mandalas, y la experiencia particular utilizando uno para analizar
un problema complejo. Igualmente, se hará una reflexión sobre el artículo
titulado “Mandalas y fractales: Morfologías de la naturaleza” de Milena
Paglini.
Los mandalas como
representaciones esquemáticas y simbólicas, poseen una estructura circular o se
construyen a través de formas concéntricas que sugieren una idea de perfección,
debido a la equidistancia con respecto a un centro. Debido a esta estructura,
han sido frecuentemente utilizados para elaborar vitrales góticos, pinturas,
símbolos religiosos, etc. No obstante, su uso no se limita a los anteriormente
mencionados. Por el contrario, estos pueden ser utilizados en diferentes
ámbitos y con diferentes propósitos, como por ejemplo el de herramienta de
representación de estructuras, ya sea para analizar un sistema, una situación
particular o un problema, con el ánimo de encontrar una solución para el mismo.
Resulta muy interesante este
último punto, ya que al utilizar un mandala como representación de un problema,
para su posterior análisis, se recurrió a la imaginación y al análisis
esquematizado que nos brinda el pensamiento sistémico. En un primero momento se
debía analizar cuáles eran las causas principales que lo componían, y a su vez
analizar qué factores generaban las cusas principales. Posteriormente, al
llegar a las raíces del problema, se plantearon las posibles acciones que se debían
tomar al respecto, para finalmente llegar a la solución del problema. De esta
manera, un mandala de flor de loto nos fue útil para ir mostrando un análisis
cada vez más detallado a medida que nos íbamos alejando del círculo central que
representaba el problema formulado.
Aunque el mandala sea una
representación gráfica muy abierta y versátil, como toda herramienta posee unos
alcances y unas limitaciones específicas. Entre los alcances más valiosos de
los mandalas, se reconoce su importancia sobre todo en el hinduismo y en el
budismo, como representaciones esquemáticas del macrocosmos o universo, y del microcosmos
o ser. En muchas otras culturas, el mandala posee una gran importancia en la espiritualidad,
en la meditación y en la estabilización y la armonía. Para nuestro caso
particular, el mandala resulta muy útil para representar sistemas de ideas en
diferentes niveles, que giran en torno a un eje central y que se relacionan de
manera específica, siguiendo unos patrones simétricos.
Por los motivos anteriores, los
mandalas tienen un alcance potencial como herramienta de representación de
ideas, y cuando se trata de analizar situaciones y problemas, facilitan el
entendimiento y la interacción entre conceptos, para finalmente plasmar
soluciones. En cuanto a las limitaciones, los mandalas poseen una especial
dificultad para representar procesos de pensamiento lineales, debido al sentido
circular del mismo. Aunque esto, más que una limitación es una ventaja, sobre
todo para el pensamiento sistémico. Otra limitación que cabe mencionar, es que
muchas veces resulta complejo plasmar información dentro de ellos, así como
interpretarla, debido principalmente a la gran variedad de formas que se
generan dentro del mismo.
En el artículo titulado “Mandalas
y fractales: Morfologías de la naturaleza” de Milena Paglini, la autora destaca
la especial importancia de los mandalas y los fractales como formas artísticas
y geométricas de representación de la naturaleza. De manera muy acertada desde mi punto de
vista, se describen los mandalas como formas geométricas que sintetizan la
estructura de lo observado, donde el centro representa la unidad, y el resto la
multiplicidad. El hecho de que el mandala sea circular posee una gran
importancia, teniendo en cuenta que éste es un símbolo de totalidad, de orden y
armonía de cada elemento con el centro. Es importante resaltar también, cómo la
autora describe la utilidad de los mandalas como instrumento para la
contemplación de la naturaleza, de la unidad y la diversidad, de los contrarios,
de lo tosco y lo sutil, etc.
En cuanto a las geometrías
producidas por fractales, según la autora, éstas se basan en sistemas de redes,
en unidades idénticas que se repiten en secuencias iguales. Este tipo de
composiciones las vemos en las estructuras propias de la naturaleza como las
flores, y en sistemas como los cristales de nieve, compuestos por redes
cúbicas, triangulares o hexagonales perfectas. Vale la pena resaltar que aunque
en todo momento nos encontramos rodeados de tanta perfección, poco nos fijamos
en ello y nos detenemos a observar, pero lo cierto es que en cada elemento de
la naturaleza hay mucho más que solo formas irregulares. Todo posee una
matemática y una geometría asombrosa que hemos logrado representar a través de
esquemas tan complejos como los fractales y los mandalas.
Como conclusión, se puede afirmar
que los mandalas, como esquemas que han existido a lo largo de la historia de
la humanidad, poseen una gran importancia no sólo como símbolos religiosos y
culturales, sino como expresiones de perfección y armonía, características de
la naturaleza que nos rodea. Con ellos se logran representar geometrías basadas
en la matemática fractal, que nos sirven del mismo modo para hacer representaciones
del pensamiento y la razón, siendo estos precisamente procesos de
geometrización en los que se ha basado el hombre, en un intento de comprender e
imitar lo que lo rodea.
En lo concerniente al trabajo
final de clase, elaborado con mandalas, es posible afirmar que resultó ser un
trabajo interesante y enriquecedor en tanto que descubrimos cómo a través del
pensamiento sistémico es posible utilizar un esquema gráfico complejo como lo
son los mandalas, para plasmar un análisis, en este caso el de un problema. El
hecho de pensar en cómo ubicar la información y desglosar el problema dentro
del mandala resultó complejo, pero finalmente se logró un buen trabajo en
cuanto a contenido y estéticamente. Por último, este trabajo reflejó la
habilidad que adquirimos en el pensamiento sistémico a lo largo del semestre,
dado que sin importar cuán difícil podía ser establecer relaciones dentro de un
mandala, logramos hacerlo con un nivel alto de detalle.