viernes, 24 de mayo de 2013



EXAMEN FINAL, COMPONENTE E:

Reseña personal sobre el proceso de desarrollo de un mandala aplicado a un problema:

Para ninguno de nosotros es un misterio el infinito nivel de perfección que posee el mundo que nos rodea, ya sea en la composición y funcionamiento de los organismos vivos, como también en su estructura, en los ciclos naturales y climáticos, etc.  Del mismo modo, a lo largo de la historia, el arte a través de sus diferentes manifestaciones, de la mano con la matemática, se ha ocupado de representar esta perfección de la naturaleza, y en este proceso ha llegado a expresiones tan interesantes como los mandalas y los fractales. En la siguiente reseña personal, se profundizará sobre el significado y uso de los mandalas, y la experiencia particular utilizando uno para analizar un problema complejo. Igualmente, se hará una reflexión sobre el artículo titulado “Mandalas y fractales: Morfologías de la naturaleza” de Milena Paglini.

Los mandalas como representaciones esquemáticas y simbólicas, poseen una estructura circular o se construyen a través de formas concéntricas que sugieren una idea de perfección, debido a la equidistancia con respecto a un centro. Debido a esta estructura, han sido frecuentemente utilizados para elaborar vitrales góticos, pinturas, símbolos religiosos, etc. No obstante, su uso no se limita a los anteriormente mencionados. Por el contrario, estos pueden ser utilizados en diferentes ámbitos y con diferentes propósitos, como por ejemplo el de herramienta de representación de estructuras, ya sea para analizar un sistema, una situación particular o un problema, con el ánimo de encontrar una solución para el mismo.

Resulta muy interesante este último punto, ya que al utilizar un mandala como representación de un problema, para su posterior análisis, se recurrió a la imaginación y al análisis esquematizado que nos brinda el pensamiento sistémico. En un primero momento se debía analizar cuáles eran las causas principales que lo componían, y a su vez analizar qué factores generaban las cusas principales. Posteriormente, al llegar a las raíces del problema, se plantearon las posibles acciones que se debían tomar al respecto, para finalmente llegar a la solución del problema. De esta manera, un mandala de flor de loto nos fue útil para ir mostrando un análisis cada vez más detallado a medida que nos íbamos alejando del círculo central que representaba el problema formulado.

Aunque el mandala sea una representación gráfica muy abierta y versátil, como toda herramienta posee unos alcances y unas limitaciones específicas. Entre los alcances más valiosos de los mandalas, se reconoce su importancia sobre todo en el hinduismo y en el budismo, como representaciones esquemáticas  del macrocosmos o universo, y del microcosmos o ser. En muchas otras culturas, el mandala posee una gran importancia en la espiritualidad, en la meditación y en la estabilización y la armonía. Para nuestro caso particular, el mandala resulta muy útil para representar sistemas de ideas en diferentes niveles, que giran en torno a un eje central y que se relacionan de manera específica, siguiendo unos patrones simétricos.

Por los motivos anteriores, los mandalas tienen un alcance potencial como herramienta de representación de ideas, y cuando se trata de analizar situaciones y problemas, facilitan el entendimiento y la interacción entre conceptos, para finalmente plasmar soluciones. En cuanto a las limitaciones, los mandalas poseen una especial dificultad para representar procesos de pensamiento lineales, debido al sentido circular del mismo. Aunque esto, más que una limitación es una ventaja, sobre todo para el pensamiento sistémico. Otra limitación que cabe mencionar, es que muchas veces resulta complejo plasmar información dentro de ellos, así como interpretarla, debido principalmente a la gran variedad de formas que se generan dentro del mismo. 

En el artículo titulado “Mandalas y fractales: Morfologías de la naturaleza” de Milena Paglini, la autora destaca la especial importancia de los mandalas y los fractales como formas artísticas y geométricas de representación de la naturaleza.  De manera muy acertada desde mi punto de vista, se describen los mandalas como formas geométricas que sintetizan la estructura de lo observado, donde el centro representa la unidad, y el resto la multiplicidad. El hecho de que el mandala sea circular posee una gran importancia, teniendo en cuenta que éste es un símbolo de totalidad, de orden y armonía de cada elemento con el centro. Es importante resaltar también, cómo la autora describe la utilidad de los mandalas como instrumento para la contemplación de la naturaleza, de la unidad y la diversidad, de los contrarios, de lo tosco y lo sutil, etc. 

En cuanto a las geometrías producidas por fractales, según la autora, éstas se basan en sistemas de redes, en unidades idénticas que se repiten en secuencias iguales. Este tipo de composiciones las vemos en las estructuras propias de la naturaleza como las flores, y en sistemas como los cristales de nieve, compuestos por redes cúbicas, triangulares o hexagonales perfectas. Vale la pena resaltar que aunque en todo momento nos encontramos rodeados de tanta perfección, poco nos fijamos en ello y nos detenemos a observar, pero lo cierto es que en cada elemento de la naturaleza hay mucho más que solo formas irregulares. Todo posee una matemática y una geometría asombrosa que hemos logrado representar a través de esquemas tan complejos como los fractales y los mandalas.

Como conclusión, se puede afirmar que los mandalas, como esquemas que han existido a lo largo de la historia de la humanidad, poseen una gran importancia no sólo como símbolos religiosos y culturales, sino como expresiones de perfección y armonía, características de la naturaleza que nos rodea. Con ellos se logran representar geometrías basadas en la matemática fractal, que nos sirven del mismo modo para hacer representaciones del pensamiento y la razón, siendo estos precisamente procesos de geometrización en los que se ha basado el hombre, en un intento de comprender e imitar lo que lo rodea. 

En lo concerniente al trabajo final de clase, elaborado con mandalas, es posible afirmar que resultó ser un trabajo interesante y enriquecedor en tanto que descubrimos cómo a través del pensamiento sistémico es posible utilizar un esquema gráfico complejo como lo son los mandalas, para plasmar un análisis, en este caso el de un problema. El hecho de pensar en cómo ubicar la información y desglosar el problema dentro del mandala resultó complejo, pero finalmente se logró un buen trabajo en cuanto a contenido y estéticamente. Por último, este trabajo reflejó la habilidad que adquirimos en el pensamiento sistémico a lo largo del semestre, dado que sin importar cuán difícil podía ser establecer relaciones dentro de un mandala, logramos hacerlo con un nivel alto de detalle.




miércoles, 15 de mayo de 2013



COMPONENTE E, PARCIAL # 2:

Reseña personal sobre mi experiencia con las herramientas utilizadas en la clase de pensamiento sistémico:

Cuando escuchamos dos palabras como ‘pensamiento sistémico’, podemos pensar en un primer momento que se trata sencillamente de una manera de pensar o de ver las cosas de forma sistémica tal y como su nombre lo indica. Sin embargo, cuando profundizamos más en el concepto, a tal punto de estudiarlo a través de una asignatura, nos encontramos con que el pensamiento sistémico se puede realizar a través de una gran cantidad de herramientas gráficas, que nos resultan de gran utilidad para plasmar las relaciones dentro de un sistema o para plasmar el pensamiento como tal. En la siguiente reseña se describirá el proceso en la clase de pensamiento sistémico, relacionándolo con las experiencias vividas con cada una de las herramientas estudiadas y utilizadas a lo largo del semestre.

El pensamiento sistémico, como se dijo anteriormente, a través de sus herramientas, constituye un elemento fundamental para establecer relaciones o conexiones entre los elementos de un sistema o una situación que se desee analizar. De aquí el gran potencial que posee como método de análisis para la comprensión de un problema y la generación de su respectiva solución. Por estos motivos fundamentalmente, el mensaje que nos deja el pensamiento sistémico es básicamente que cualquier situación, contexto o sistema puede ser analizado a través de sus ojos, dado que siempre será posible establecer relaciones entre los elementos que los componen, en múltiples formas y direcciones. Esto nos permitirá entender mejor cómo funcionan y como nuestras decisiones y los cambios que se implementen los afectarán, ya sea positiva o negativamente.

Es interesante también entender cómo el pensamiento sistémico se puede llevar a cabo en diferentes direcciones, niveles y situaciones. Esto se hace posible precisamente a través de las herramientas, cada una de las cuales nos va permitir, de una manera distinta, movernos a través del pensamiento, orientándolo y direccionándolo hacia donde se desee. Por esta razón, resulta indispensable identificar qué tipo de análisis queremos hacer, en qué nivel de profundidad y con qué propósito, para así seleccionar la herramienta más adecuada para tal situación, que nos produzca el mejor análisis y los mejores resultados conforme a lo que deseamos entender, cambiar y si se quiere, mejorar. 

La primera de las herramientas y tal vez la más utilizada en el pensamiento sistémico, son los llamados infográficos o infografos, que no se deben confundir con los mapas mentales o conceptuales. Los infográficos son en términos generales, esquemas gráficos en forma de dendritas que se van multiplicando a medida que nos alejamos de un nodo central. La idea o propósito básico es mostrar los elementos que se relacionan con un concepto o elemento central, y a su vez como estos elementos se encuentran relacionados con otros, formando así diferentes niveles de relaciones, viajando de las más generales a las más específicas, si se observa del centro hacia afuera. 

No es gratuito el hecho de que los infográficos hayan sido la herramienta más utilizada este semestre en el curso de pensamiento sistémico. Aunque en un principio resultaba difícil construirlos y lograr identificar cuáles elementos se relacionaban con cuales, al igual que parecían no tener ningún sentido ni utilidad alguna, con el paso de las semanas y la constante práctica, empezamos a realizarlos de manera mucho más eficiente y empezamos a tener una idea más clara de su importancia. En este momento puedo decir que los infográficos son herramientas muy útiles en el pensamiento sistémico, cuando se trata de identificar las relaciones en un sistema, con alto nivel de detalle, y asimismo cuando se trata de identificar qué elementos específicos son capaces de generar un efecto o están relacionados directa o indirectamente con un elemento central. 

La segunda herramienta utilizada durante el semestre fue el zoom o zooming, representado en diversas ocasiones en esquemas tridimensionales. Como su nombre lo indica, estos esquemas gráficos pretenden representar la acción de zoom in o zoom out ejecutada por una cámara, para el enfoque de diferentes elementos que son visibles a su vez en diferentes niveles. De esta forma si se desea identificar elementos cada vez más específicos, se debería realizar un zoom in o acercamiento hacia el interior del sistema. En el caso contrario, si se quiere observar elementos cada vez más generales partiendo de un punto específico, se debería realizar un zoom out o alejamiento hacia el exterior del sistema. 

Cuando se planteó la construcción de estos zoom a través de estructuras tridimensionales, debido a la dificultad de representar la acción de un zoom en dos dimensiones, causó cierta preocupación e incertidumbre el hecho de que en esta ocasión había que recurrir a la creatividad. Sin embargo, al observar los resultados de los primeros trabajos, fue interesante cómo habían surgido representaciones tan creativas y cuan útil eran éstas para mostrar los diferentes niveles de zoom. En conclusión, el zoom es una herramienta fundamental del pensamiento sistémico, no sólo porque visualmente es más interesante para ser explicada, sino porque ayuda a establecer relaciones entre elementos que se encuentran en diferentes niveles de detalle, para así entender cómo elementos específicos son causa de otros más generales y viceversa. 

Como tercera herramienta del pensamiento sistémico, se nos presentaron los arquetipos, situaciones de nuestra vida cotidiana representadas a través de diagramas circulares. Estos diagramas circulares reciben el nombre de ciclos reforzadores y ciclos compensadores. Los primeros ilustran cómo para lograr un objetivo principal se deben ir llevando a cabo por etapas, una serie de procesos o actividades que se vayan reforzando y lleguen al objetivo inicial de nuevo. Los segundos a su vez muestran un objetivo inicial, pero a diferencia de los reforzadores, muestran secundariamente la situación actual y un objetivo secundario que se desprende de ésta, con el fin de compensar el ciclo para que se siga reforzando y llegue nuevamente al objetivo final.

Entre los arquetipos estudiados se encontraban las soluciones contraproducentes, los límites de crecimiento, el desplazamiento de carga, los adversarios accidentales, y la tragedia de terreno común. Inicialmente, resultó bastante complicado entender cómo estos arquetipos podían ser representados por ciclos reforzadores y compensadores, pero una vez más la práctica y el estudio de casos permitió que fuéramos comprendiendo cada vez mejor cómo identificar los arquetipos en diferentes situaciones y asimismo cómo representarlos. Finalmente percibí que la gran importancia que tiene el estudio de los arquetipos en el pensamiento sistémico, radica en que siendo éstas, situaciones negativas muy comunes en nuestra vida cotidiana, a través de los mismos ciclos que los representan, podemos generar las transformaciones para convertirlos en situaciones positivas y generadoras de beneficio. 

Como última herramienta presentada en el curso de pensamiento sistémico se encuentra el catwoe, una herramienta gráfica circular que ilustra el pensamiento de cada uno de los individuos de un grupo específico dentro de un sistema, frente a una situación particular. Los grupos que principalmente se analizan en el catwoe son los actores, los owners o personas capacitadas para tomar decisiones, los clientes y finalmente el entorno. Cuando se ha planteado el pensamiento de cada uno de los individuos por grupo, se procede a plasmar el pensamiento conjunto de éste y se arma otro catwoe denominado W1 con los pensamientos conjuntos de cada grupo. En una etapa final, es posible construir un W2, donde se plantee un pensamiento ideal para cada uno de los grupos, con la finalidad de obtener el mayor beneficio para todos y para el sistema en general.

Desde su explicación en clase, la herramienta me pareció muy interesante y útil. Sin embargo, aunque parecía sencilla, ya en la práctica resultaba algo complejo extraer el pensamiento de cada individuo frente a la situación particular, pero finalmente se lograba construir un diagrama interesante con los pensamientos conjuntos de cada grupo. Cuando comprendí el significado de esta herramienta, me pareció de gran importancia, teniendo en cuenta que conocer el pensamiento tanto de los individuos como el de los grupos a los que pertenecen dentro de un sistema, nos permite saber dónde puede estar el foco de un problema, y cómo cambiando la percepción de ese individuo o de ese grupo se puede lograr maximizar el beneficio del sistema completo.

En un principio no comprendía como una clase de pensamiento sistémico podía vincularse con un videojuego de estrategia como ‘Rise of Nations’ y aún menos claro tenía la relación que podía existir con los infográficos, siendo la primera herramienta que estábamos estudiando. Cuando en los primeros talleres de la clase práctica se asignó la consigna de vincular a las partidas jugadas las herramientas vistas en clase, resultó realmente complejo trasladar las estrategias utilizadas a un esquema gráfico. La razón principal de este hecho es, que en un principio parecía que las partidas fluían automáticamente y no se pensaba en una estrategia bien definida. 

Sin embargo, a medida que fui adquiriendo habilidad en el juego, podía apreciar cómo estaba llevando a cabo una estrategia en mi mente y este hecho posibilitó que en los siguientes talleres pudiera relacionar la partida con las herramientas de una manera más sencilla. En este proceso mental, intentaba recordar qué variables había tratado de controlar para poder ganar la partida, y buscando una relación entre ellas lograba construir los infográficos, zooming y demás. En este punto se hizo mucho más clara la idea de cómo el videojuego se complementaba con la clase teórica y cómo con el pensamiento sistémico a través de sus herramientas, se podía hacer un análisis interesante inclusive en un escenario tan poco común como un juego de estrategia.

En término generales, la clase de pensamiento sistémico resultó ser un proceso muy interesante desde mi punto de vista en tanto que pude darme cuenta de que tenía una idea muy lejana y superficial de lo que este concepto abarcaba. A través del estudio de las diferentes herramientas comprendí cuan útil es el pensamiento sistémico para el análisis de sistemas y situaciones de la vida cotidiana y cómo es posible jugar con el pensamiento, llevándolo a diferentes direcciones y niveles de detalle. También considero importante destacar, que logre comprender que el pensamiento sistémico no es un concepto estricto ni rígido, sino que por el contrario es un proceso que puede hacerse de diversas maneras debido a la infinidad de relaciones que es posible establecer entre los elementos que componen un sistema.

Para finalizar, queda claro que el aprendizaje de las herramientas para la clase de pensamiento sistémico no fue sencillo, aunque los resultados finales fueron satisfactorios. Este proceso requirió en un principio de que cada uno saliera de su zona cómoda de pensamiento, donde todo es estricto y lineal, para pasar a un pensamiento mucho más abierto y flexible que permitiera realizar conexiones más interesantes y menos obvias. Cuando logramos llegar a este punto, adquirimos habilidad para elaborar las diferentes herramientas gráficas y finalmente empezamos a entender los grandes alcances que tiene el pensamiento sistémico cuando se trata de analizar diferentes y situaciones que se nos presentan en la vida cotidiana y laboral, y cómo tomar el máximo provecho de ellas.